sábado, 17 de diciembre de 2016

TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A MARYLIN




Kafka y la inmortalidad.

Toda la vida leyendo El Proceso, El Castillo, La Metamorfosis;  para llegar a la conclusión de que lo mejor de Kafka es una frase trivial: “ningún hombre capaz de  amar la belleza, envejecerá”. Y aquí me tienen ustedes  dispuesto a que mis ruinas, ya casi cenizas, sean inmortales. Pero seguirán los pájaros cantando, y yo no estaré aquí; y seguirá habiendo teatro y yo no estaré aquí….Los mecanismos de la mente no siempre resultan explicables. Veía el otro dia una película de Philip Seymur..   Seymur me llevó a Truman Capote, por cuya interpretación le dieron el Oscar.   Y Capote me llevó inevitablemente a Marylin. Todos los caminos llevan a Marylin

He vuelto a releer a Capote, más por curiosidad que por afición literaria: como escritor tampoco le entusiasmaba a Marylin que preferia a  Joyce.

La relación entre estos seres iba más allá de cualquier exégesis peregrina y podría resumirse en una frase que ya forma parte de la poesía amorosa de todos los tiempos; “la primera y única vez que Marylin fue desnudada con respeto y poesía” incluso podría formar parte en una antología de poesía que se atreva a relacionar lo místico y lo carnal, nada insólito por otra parte. ¿Cuáles eran los límites y la naturaleza de los éxtasis de Teresa de Jesús o de Juan de la Cruz, por ejemplo?. Marylin solo quería amar y ser amada. 

Nunca como en su reacción ante la muerte de Marylin,  tan repugnante y obscena de tan cruel,  he estado tan cerca de Truman,  “por qué la vida tiene que ser tan jodida”.

 Marylin le pregunta: Truman, si te preguntaran cómo es verdaderamente Marylin ¿qué dirías?. Que es estúpida y sentimental ¿a que sí?. Silencio de Truman…Más alto, Truman no te oigo …..No te oigo, Trumán. Sí diría eso y además diría ….¿qué Truman, qué dirías?. Más alto, no te oigo...Silencio. Diría  que es un ser adorable. Sin más razón aparente que este episodio me propongo hacer un gran homenaje a Marylin mientras el cuerpo y la razón me aguanten. Cada dia en vez de una villanada, un pensamiento  de Marylin. Podrán calibrar qué clase de mujer era,  más allá de su culo que no le gustaba y del encanto adorable de su sonrisa que gustaba a todo el mundo .

Escribí hace tiempo que me asustaba la posibilidad de llegar a ser Truman Capote sin una Marylin al lado. De momento, tranquilidad absoluta: aún no he alcanzado la genialidad de Truman. Y sin Marylin, Truman no existe. Me contentaré con ser Javier Villán, que no es lo  mismo, pero tampoco está mal en esta puta vida que no es noble ni buena ni sagrada.  Y si alguno de ustedes encuentra una Marylin, guárdenla, escóndanla; no se la presenten a nadie, si no es para demostrar que además de un sex symbol, también dejaba  esbozos, pensamientos, cosas. Y que no tuvo tiempo de sorprendernos  del todo.

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