martes, 10 de octubre de 2017

HELENA PIMENTA y DAMA DUENDE


Los paréntesis son un forma de aligerar lectura de un texto acaso largo y denso. No es el mejor montaje que he visto de Helena Pimenta.  (…) A los clásicos hay que tomarlos con mucho humor. En eso coincido del todo con una de las personas que más admiro  del teatro. Helena  (…) Pero a esta dama, joya de los  enredos calderonianos,  parece que Pimenta se la tomara a risa y a chacota. en  La dama duende. (…) Su concepto líbérrimo de la  dirección escénica  adolece, en ese caso   de criterio coherente y unificador; cada cual va a su aire.  Este  montaje   lo ha revuelto algún geniecillo  juguetón. ¿Alguien reconocerá en este galán “blandito” al siempre firme y seguro Rafa Castejón?.  Cómo seducir así a  Ángela (deliciosa Marta Poveda)? Cómo creerse que la plenitud  de sus atractivos  puede estar cautiva  de este don Manuel? La dirección de Helena Pimenta se orienta o desorienta  en varios frentes descoordinados y con más desorden que concierto.

Pero vayamos por partes. (…) Hay chispazos  de Joaquín Notario e iluminaciones  de Marta Poveda; Nuria Gallardo mantiene un tono  uniforme de calidad y David Boceta  es un galán  muy seguro.

Marta Poveda tiene  momentos que la redimen del frenesí del resto de la función: un monólogo casi al final donde muestra su hondura de actriz.  En la borrachera, Joaquín  Notario, sin ser el gran Notario de otras veces, eleva el tono. Los graciosos, los criados, siempre  en el Siglo de Oro  son estrellas; en este caso concreto (Cecilia Solaguren y  Álvaro de Juan) juegan a favor del montaje.

 

 

 

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