sábado, 8 de diciembre de 2018

THOMAS Bernhard, CIUDADANO DE MADRID



 Thomas Bernhard ciudadano de Madrid
Ante la jubilación, de Thomas Bernhard, dirigida por Krystian Lupa se ha convertido en el gran acontecimiento teatral del Festival de Otoño. Thomas Bernhard, austriaco a su pesar, accidentalmente nacido en Holanda, y su odio al nazismo. Cuando paso por la calle del Prado camino del Teatro Español tengo la sensación de que la sombra de Thomas Bernhard me acompaña. Vivió aquí, escribió aquí cerca del Ateneo. Confiesa en El Malogrado que desde el primer momento Madrid se convirtió en el centro ideal de su existencia. Aquí halló la tranquilidad que nunca halló en ningún sitio. España tierra de asilo, Madrid rompeolas de todo el mundo. Por otro lado, el régimen franquista acogió con todos los honores a Otto Skorzeny,  que liberó a Benito Mussolini del, en teoría inaccesible, Gran Saso donde estaba confinado. Adolf Hitler le condecoró y ya en Madrid, donde muró en 1975, se le otorgaron todos los honores imaginables.  Fraga Iribarne fue su principal valedor.
 Las constantes del pensamiento de Bernhard son su odio al nazismo y a los austriacos que lo aborrecían a él con idéntica reciprocidad intensa..  La razón de esta aversión tiene una lógica implacable; consideraba a Austria cuna del nazismo. Y proclamaba; “Austria es hoy peor que hace cincuenta años”.  Kurz Waldhein, de quien se descubrió que había sido miembro de las SS se sintió aludido y ofendido por Bernhard. El juez de Ante la jubilación, que sigue homenajeando a Himmler en su cumpleaños todos los siete de octubre, bien podría ser Waldhein. El desdén de Bernhard por Austria es   coherente; consideraba   el nazismo   genuinamente austriaco. Muestra de ello fue el entusiasmo de los austriacos en Heldenplatz celebrando la anexión de Austria por Hitler.

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