lunes, 22 de julio de 2019

ALFARERA y su amor insólito



Donde descubro mi primera carta a la Alfarera Prodigiosa
La vida no sería nada sin enigmas. Y los enigmas tampoco tendrían sentido si no fueran capaces de dibujar una  vida placentera o  atormentada.  Un hombre o una mujer valen más por lo que callan que por lo que escriben o por lo que modelan. Entonces  por qué recuperar a la Alfarera cuando lleva tanto tiempo callada?, Primero   porque me da la gana. Segundo,orque percibo a pesar de sus éxitos y triunfos , que lo  necesita. Necesita que la reinvente otra vez y yo necesito reinventarla.
Recupero un mazo de cartas amarillentas que nunca envíé a la Alfarera. Están atadas con una cinta rosa, color que detesto, que ha ido poniéndose amarillo. Tienen direcciones varias, lo que quiere decir que pese a las distancias y avatares nunca perdimos el contacto: Londres, París, Honkong….Berlín…Sobre todo Berlín…..Otras  ponen, sirena del mar harta de ahogar soldados…De enviarlas , el mar se las hubiera tragado…Otras, las menos:  madre, entregar sin falta  a hija si pregunta por mí”
Un día la Alfarera me dijo que nadie había escrito cosas tan bellas sobre ella como yo, quizá  necesito volver a escribirlas . Aunque quizá ella no necesite oírlas. Tengo algo parecido dicen  expertos en la materia a lo que son los celos. Celos de esa bellísima representante que te trae y te lleva por los caminos del mundo. Sigue fascinándome lo sáfico por su misterio y delicadeza, pero hasta ahora creo que era un elemento puramente literario, la caricia suave y caliente de unos dedos de nata, el susurro de una fronda aterciopelada…Terciopelo y agua, agua de cristal sueño., cristal de agua, dulces labios imaginados ….monte de Venus y  arboledas quizá en exceso transitadas …Así te veo. Desnuda en tu taller, en tu alfarería. Ensayando versos y modelando barros. Tengo celos también de ese fotógrafo que busca tu  monte de Venus con la abyecta cámara, para seguir más abajo por sendas nerudianas y tu voz dulce y lenta. Como si ahí escondieras tus alfarerías más dulces y pequeñas.
He descubierto en estas mis cartas inéditas amarillentas y atadas con un lazo rosa, que publicaré o no publicaré, queridísima Alfarera Prodigiosa, no solo tus prodigios, sino tu  seguridad en mi lealtad lo cual no deja de sorprenderme: me decías, según reseño, “ Nunca escribirás cosas que dañen mi imagen de mujer”, “Sólo existo como invención tuya”, “no  descubras quién soy o dejarás de mirarme a la cara”….  Merecer esta confianza de una mujer, ya justifica una vida. Incluso una vida tan desmesurada como la mía en la que acaso nunca alcancé a descifrar la naturaleza verdadera del amor  que, siendo la mujer más bella del mundo,  me pofesabas. Publicaré o no publicaré mis cartas,  desvelaré solo los misterios que te engrandecen. No lo sé. Por estas cartas no enviadas sé más lo que me amaste, sin méritos por mi parte, que lo que te amé…. Próxima entrega.-- .Mientras tanto,  que todos mis seguidores lean este diariodejaviervillán. Me imagino el oscuro arañazo que acabas de dar a una de tus figuras de barro, y la dulzura con que esta te ha devuelto la agresión…

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