sábado, 24 de agosto de 2013

CRITICA LIBERAL PARA TAURINOS ILUSTRADOS.- Colmenar Viejo.

Hay novedades en esta Feria de los Remedios que ha marcado mi vida taurina y a la que hace algunos años había renunciado, por cosas que no son del caso. Era como renunciar a la madre, que no es la madre del cordero, sino la madre del toro. Colmenar Tierra de Toros, con Rescoldos de bravura y aficionados toristas. Para arrancar,  una novillada concurso con seis hierros por los que  los aficionados tienen especial predilección: Miura, la Quinta, Partdio de Resina, antes Pablo Romero,  Cuadri, Monteviejo,  Flor de Jara, propiedad esta última de Carlos Aragón Cancela,  hoy ganadero con reses de Buendia; Santa Coloma puro. Hierros toristas para aficionado toristas, Ganó Avefría, de Aragón Cancela, un bravo novillo de dos orejas. Cotola no se la vió y se marcharon al desolladero. El mejor picador fue Leiro, acaso el único que hizo la suerte como Dios manda: citando de frente, moviendo el caballo, largando vara y marcando el puyazo  arriba; .....Pero.....sin hacer sangre. Si   alguna duda pudiera haber,  seria a beneficio del caballero que picó el de Monteviejo.
Una novillada concurso en Colmenar Viejo es algo que, en principio, es perfectamente serio. Y de golpe,  se tiene la sensación de que va a recuperarse la suerte de varas, casi en desuso por la debilidad de los toros y la deneración de los aficoonados. Pues tampoco; se coloca bien al novillo en el terreno acotado y las distancias precisas. Pero el aficionado ha renunciado a la suerte de varas, que se convierte en suerte matarife o no es suerte ni nada. Se aplaude por no picar, se silba si se pica. En esto,  el público de ayer no difiere del de otras plazas de Iberia. Con todo, muy bien por  Leiro: acreditó la raza del novillo y su condición de caballista.
Pero hay más novedades, como explica Maxi Pérez en el programas de las Fiestas. El Ayuntamiento de Colmenar ha optado por la autogestión sin empresas piratas intermediarias. En consecuencia,  ha bajado el precio de las entradas y el aforo de La Corredera se ha reducido  de 10.000 localidades a unas 6.000, las mismas mas o menos  que tenía la vieja Corredera; la chata y chaparra plaza de cal y adobes amasados con sudor y alguna sangre. A algunos la nueva plaza, tan grande, tan aerodinámica, les pareció la cumbre del progreso y la modernidad. Otros vimos en ella el principio de la decadencia. Se vuelve a lo de antes, a unas cifras razonables, aunque  el formato de platillo volante, siga siendo el mismo. Miguel de Pablo salió a hombres sin que medie en esa salida triunfal cuestiones de paisanaje. Rafael Cerro cortó una oreja que acaso endulce las penas de su apodrado Ortega Cano. A Cotola  me lo  presentó hace años Serranito con mucha confianza. Estaban delante, en el Mostacilla o aledaños, José Antonio, el de la droguería y puede que también que Vicente Madero, grandes aficionados. Sus referencias hemos sido siempre Joaquín Vidal y un servidor. O sea que no van mal orientados. Vicente Madero tiene apellido de revolucionario mexicano, pero es notario de Colmenar. Solo es revolucionario en toros.
Cotola o espabila o se lo lleva la corriente, como al camarón dormido. Coge ese novillo de Carlos Aragón Cancela,  el Mani y le corta las dos orejas. Qué  ¿quién es el Mani?. Se lo diré; el Mani es un novillero madrileño que era amigo del amigo de una amiga que, su vez, es   amiga  de una amiga mia. O sea que no me pilla nada ni de lejos.  El Mani nos prestó no hace mucho un estoque para una función de teatro. Llegue o no llegue a figura puede decir que su espada  ha estado en manos de una gran actriz, Isabelle Stofel y de una figura de la Royal Shakespeare Company, Greg Hill creo que se llama. Le dije a Manolo Lozano que le echase un ojo al Mani y me dijo que él ya no está para aventuras. Ahora Manolo anda  metido en un libro: recuerdos, memorias de su vida torera;  una delicia. Y muchas aventuras. Lo malo  es que la literatura en estos momentos está peor que los toros. Pero a ese libro de Manolo Lozano yo sí lo apoderaría.
    

No hay comentarios:

Publicar un comentario